La alta demanda de arriendo en la Región Metropolitana ha generado un aumento en los llamados proyectos multifamily, un formato dirigido 100% al alquiler —sin la posibilidad de ser adquiridos por sus habitantes de forma definitiva— que, en opinión de expertos inmobiliarios, permite “democratizar” el acceso a la vivienda. Actualmente, ya se totalizan 112 edificaciones en la capital con una oferta superior a los 30 mil departamentos, y a la espera de que se sumen nuevos ingresos.
 
De hecho, según un levantamiento de datos realizado por la consultora Tinsa al primer trimestre de 2023, los arriendos más caros bajo este formato se encuentran en Ñuñoa, comuna que promedia $584 mil en sus arriendos, seguido por San Miguel ($403 mil) y La Cisterna ($385 mil), todas rentas por sobre el promedio de $383 mil de la región (ver infografía).
 
En el caso de Ñuñoa, el crecimiento exponencial y sostenido en el desarrollo de viviendas, oficinas y locales comerciales es parte de las razones que posicionan a la comuna como una de las principales en el Gran Santiago que atraen la demanda. Lo mismo sucede con las dos siguientes zonas.
 
En cuanto a los precios, Paola Figueroa, directora comercial de Tinsa, dice que estos han presentado un leve ajuste a la baja respecto al cuarto trimestre de 2022. “No obstante, al hacer un zoom en las comunas de la zona oriente donde hay multifamily, el valor se ha mantenido estable”, destaca.
 
De los proyectos activos de la llamada también renta residencial, el valor de arriendo promedio en la Región Metropolitana para unidades de un dormitorio es de $341 mil, mientras que de dos dormitorios es de $430 mil, y tan solo el 7% de la oferta total incorpora los gastos comunes en este ítem. El monto de este último punto para unidades de un dormitorio es de $64 mil y para dos dormitorios, de $80 mil. En el 93% de oferta disponible no se incluye el agua caliente como parte de los gastos comunes, según la firma.
 
Poniente concentra mercado
 
En términos de ubicación de los proyectos, Santiago lidera con 36 conjuntos en operación. Le siguen San Miguel (14) e Independencia (12). Como respuesta a las dificultades actuales para acceder a la casa propia, sumado a la buena recepción del formato por parte de la gente, desde Tinsa prevén que este nicho continuará con un crecimiento sostenido en los próximos años. Así, entre 2023 y 2024 se incorporarán 53 proyectos, lo que representará un ingreso de más 11.500 nuevas unidades.
 
Ana María del Río, gerenta comercial de Siena, inmobiliaria que ha desarrollado este tipo de proyectos, explica que la actual concentración en la zona céntrica de la capital y comunas del sector poniente pronto se disipará hacia su polo opuesto. “Vemos mucho potencial para su desarrollo en comunas del sector oriente, como Providencia, Ñuñoa o Las Condes, donde esperamos se genere una demanda creciente en base a los mismos drivers señalados y al aumento del segmento ‘compro para invertir y arriendo para vivir’, de personas que quieren estar cerca de sus familiares o trabajo, pero no tienen la posibilidad de comprar, por lo que invierten sus ahorros en departamentos para la renta, generando capital”, agrega la ejecutiva.
 
Cambios en el metraje y sofisticación de proyectos
 
En un comienzo, las tipologías de esta oferta habitacional apuntaban a jóvenes profesionales y familias pequeñas que no se encontraban en posición de comprar una vivienda definitiva, predominando los modelos estudio y de pocos dormitorios, con superficies de entre 25 y 50 m2. Pero debido a su demanda, cada vez están ganando terreno las unidades de mayor metraje y prestaciones más sofisticadas.
 
Matías Otaegui, country manager de LAR Group, comenta que en los últimos años la renta residencial se ha refinado en búsqueda de su diferenciación abriendo otros tipos de productos. “Hoy vemos proyectos que buscan ofrecer mejores espacios comunes con propuestas de valor integradas, como equipamiento integral para mascotas, talleres de bicicleta, salas de estudio especializadas y áreas de trabajo con alto estándar, etc.”, detalla.
 
En cuanto a los amenities más comunes en estos proyectos, se observa que más del 50% de los edificios posee sala multiuso, lavandería, quincho, bicicletero, sala gourmet, piscina, espacio de cowork, gimnasio, juegos infantiles y áreas verdes. Además, algunos cuentan con prestaciones más modernas como delivery room y control de acceso con torniquetes (huella o chip).
 
De hecho, el éxito de este modelo inmobiliario ha motivado a desarrolladores a incursionar en regiones. “Las principales comunas donde están puestos los ojos de los inversionistas son Viña del Mar, Valparaíso, Concepción y Valdivia, ciudades más bien universitarias. Estas son atractivas para desarrollar este formato y está en vías de concretarse al conseguirse precios de terrenos más baratos y, por consecuencia, arriendos más económicos. Otras ciudades que generan alto interés son Iquique, Antofagasta, La Serena, Rancagua, Temuco, Puerto Montt y Puerto Varas”, finaliza Otaegui.