Cencosud y Portezuelo: La resistencia ilustrada de Vitacura ante nuevas inversiones

Cencosud tiró la esponja con dos centros comerciales para reformularlos tras duras críticas de los vecinos. Los dueños del megaproyecto inmobiliario Portezuelo desistieron de hacerlo. Ambos hitos sucedieron en agosto, con unos pocos días de diferencia ¿Qué tan complejo es desarrollar un proyecto en Vitacura?
Según los expertos, la preparación y el conocimiento sobre las herramientas que tiene la comunidad para controvertir un proyecto en dicha comuna son innegables.
“Mientras mejor nivel de educación tiene la gente, se tienen más herramientas para exigir el cumplimiento de las leyes”, comenta Patricio Hermann, presidente de la agrupación Defendamos la Ciudad. “No se trata de estigmatizar a otras comunas, sino más bien de que hay más conocimiento sobre los recursos que puedan tener sus habitantes”, agrega.
La experta en temas socioambientales y socia de Cuatro Vientos Consultores, Paulina Troncoso, resume el fenómeno en dos conceptos: “Es una ciudadanía que entiende el marco regulatorio y es más vigilante”.
¿Qué dicen las cifras? Durante los años 2021 al 2023, el total de permisos de edificación aprobados en Vitacura fueron 55, de los cuales el 49% se aprobó en el 2022. En el presente ejercicio, la municipalidad liderada por Camila Merino sólo ha aprobado un 9% del universo total de permisos de edificación. Esta estadística realizada por Rocío Cáceres, jefa de Estudios Inmobiliarios de Tinsa, sugiere con números que la comuna ha reducido la concreción de proyectos.
En cuanto a los proyectos rechazados y desistidos en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), el registro revela que desde el 2001 a la fecha figuran en este universo 49 iniciativas caídas en Vitacura por US$4.219 millones. Si se compara con Las Condes, en la misma condición están 54 proyectos, pero la inversión rechazada por valor es sólo por US$1.425 millones.
Los casos recientes
En menos de un mes, dos proyectos de centros comerciales de Cencosud Shopping Center y un desarrollo inmobiliario en Lo Curro, bajaron los brazos. El 16 de agosto, el proyecto Centro Comercial Cencosud Shopping en Vitacura desistió de su tramitación en el SEIA tras observaciones del municipio y de miembros de la comunidad. Unos días más tarde, Alto Las Condes II dejó su lucha por recuperar su permiso de construcción en la Corte Suprema.
En esta última iniciativa, la firma esperaba levantar un proyecto de 4 estructuras: una de 2 pisos, otra de 19 plantas, y dos más altas de 25 y 55 niveles, cuyo destino sería comercio, oficinas, vivienda y servicios públicos. Sin embargo, un cambio en el plan regulador tiró los números de la empresa que encabeza Manfred Paulmann a la basura, ya que la nueva norma sólo le permite una altura máxima de 12.
El proyecto de avenida Santa María también se reformula. Desde Cencosud Shopping, producto de las objeciones que tuvieron de parte de la comunidad de apoderados y trabajadores del colegio Saint George’s, así como del municipio, la familia Paulmann decidió suspender momentáneamente la tramitación del boulevard que pretende levantar en La Pirámide.
Los representantes del colegio se reunieron con la alcaldesa el 16 de junio para manifestar sus aprehensiones y para la tramitación ambiental del proyecto, agrupaciones solicitaron en los primeros días de agosto, un proceso de participación ciudadana (PAC), entre ellas la Unidad Vecinal A-13 Santa María de Manquehue, vecinos del sector del Club de Polo, entre otros.
El golpe final fue el 14 de octubre cuando la alcaldesa envió al SEA duras observaciones sobre el centro comercial.
“El proyecto no presenta información relevante y esencial en la evaluación materia de impactos relativos a los sistemas de vida y costumbre, particularmente aquel referido a los tiempos de desplazamiento”, dice un informe lapidario firmado por Merino.
En la comuna, el proyecto fue tema de debate en el concejo municipal, donde esperan que Cencosud vuelva a ingresarlo, pero no como Declaración de Impacto Ambiental (DIA), sino que como Estudio de Impacto Ambiental (EIA), un instrumento más detallado, donde la empresa deberá proponer mitigaciones, reparaciones y compensaciones.
“Cencosud retiró el proyecto debido a que se tenían que pasar dos aprobaciones. La primera tiene relación con el EIA que se tiene que medir obligatoriamente de acuerdo al artículo 11 de la Ley 29.300 y la segunda es el estudio de tráfico o Eistu”, sostiene el concejal por Vitacura Felipe Irarrázaval.
Previo a ambos movimientos, la empresa se reunió con el municipio para dialogar sobre sus dos controvertidos proyectos. De acuerdo al portal de lobby, el pasado 18 de agosto a las 14:30 horas, el presidente de Cencosud Shopping Center, Manfred Paulmann y el CEO de la firma, Rodrigo Larraín, se reunieron con la alcaldesa. La visita coincidió con las fechas de desistimiento de ambos malls en sus respectivas instancias.

La tercera baja fue el proyecto Portezuelo de PyG Larraín. El proyecto consideraba una inversión total de US$250 millones y contemplaba la construcción de 15 edificios, distribuidos en 26 módulos, de los cuales nueve eran habitacionales y seis destinados a “apart hotel”, a los pies del cerro Alvarado. Sin embargo, la oposición de un grupo de vecinos, entre ellos la encuestadora Marta Lagos y el periodista Bernardo de la Maza, motivaron que la compañía bajara el proyecto del SEIA, tras un periplo por el Tribunal Ambiental.
La iniciativa, mediante un escrito enviado al servicio el 18 de agosto, anunció su desistimiento luego de no lograr la venia de la comunidad en el área de influencia del proyecto. Lagos, quien lideraba la oposición, comentó que “la voz de la gente vale más que la política”.
“Cualquier organización formal o informal como la nuestra que se organice, que se asesore de un abogado y que exponga sus puntos de vista frente a la justicia en cualquier tema, ya sea de tipo medioambiental o urbanístico, tiene grandes posibilidades de ganar”, asegura.
Según el gerente de medio ambiente de Urbano Proyectos, Jorge Andrés Cash, en el caso de Portezuelo, “existe una especial incidencia y nivel de información y conocimiento público de los opositores a esta iniciativa, circunstancia que normalmente no se da en comunas vulnerables (…) espero que con la reforma al SEIA se logre mayor equidad en el acceso a este tipo de herramientas en todas las comunas”.