Lugares que eran tradicionalmente turísticos se transformaron en los últimos años en ciudades dormitorio, tras un fenómeno que llevó a muchos capitalinos a emigrar buscando una mejor calidad de vida y menores precios.
Durante la pandemia, algunas comunas a lo largo del país experimentaron el flujo de recibir nuevos habitantes, fenómeno que para Rodrigo Abufon, gerente comercial de Inmobiliaria Aconcagua, fue uno de los efectos del teletrabajo.
Así, comunas que antes se preparaban únicamente en temporada vacacional para recibir visitantes, como el norte chico, el litoral central y el sur del país, comenzaron a generar interés en compradores con objetivos de obtener una propiedad permanente. Daniel Serey, Chief Research Officer de Toctoc, destaca entre ellas a las ciudades de Puerto Varas, Pucón, el litoral central, Matanzas, La Serena y Coquimbo.
‘Estos destinos turísticos captaron a muchas personas que, teniendo en cuenta factores como el teletrabajo y la posibilidad de obtener una vivienda a un mejor precio y con más metros cuadrados, buscaron trasladar su lugar de residencia a comunas con atractivos naturales, una mejor calidad de vida y una amplia gama de servicios’, dice Enrique Loeser, gerente comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres.
El perfil de personas que se han abierto a esta opción es amplio y va desde la tercera edad, que ‘busca residir más cerca de los nietos’, hasta ‘matrimonios jóvenes, de profesionales entre 30 y 40 años, que tienen uno o dos hijos pequeños, que por su edad aún es fácil cambiarlos de colegio’, explica el ejecutivo.
Otro grupo, añade Loeser, es el de ‘profesionales que fueron trasladados por su trabajo a otra ciudad, o bien tienen la posibilidad de trabajar a distancia, o buscan emprender en negocios asociados a la sustentabilidad y la tecnología, sobre todo en el sur, donde está generándose un pequeño polo de startups muy atractivo para los profesionales jóvenes’.
Así, comunas que antes se preparaban únicamente en temporada vacacional para recibir visitantes, como el norte chico, el litoral central y el sur del país, comenzaron a generar interés en compradores con objetivos de obtener una propiedad permanente. Daniel Serey, Chief Research Officer de Toctoc, destaca entre ellas a las ciudades de Puerto Varas, Pucón, el litoral central, Matanzas, La Serena y Coquimbo.
‘Estos destinos turísticos captaron a muchas personas que, teniendo en cuenta factores como el teletrabajo y la posibilidad de obtener una vivienda a un mejor precio y con más metros cuadrados, buscaron trasladar su lugar de residencia a comunas con atractivos naturales, una mejor calidad de vida y una amplia gama de servicios’, dice Enrique Loeser, gerente comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres.
El perfil de personas que se han abierto a esta opción es amplio y va desde la tercera edad, que ‘busca residir más cerca de los nietos’, hasta ‘matrimonios jóvenes, de profesionales entre 30 y 40 años, que tienen uno o dos hijos pequeños, que por su edad aún es fácil cambiarlos de colegio’, explica el ejecutivo.
Otro grupo, añade Loeser, es el de ‘profesionales que fueron trasladados por su trabajo a otra ciudad, o bien tienen la posibilidad de trabajar a distancia, o buscan emprender en negocios asociados a la sustentabilidad y la tecnología, sobre todo en el sur, donde está generándose un pequeño polo de startups muy atractivo para los profesionales jóvenes’.
Los ejemplos
Los expertos coinciden en que un gran reflejo de este fenómeno se presenció en Puerto Varas, donde, según datos de Tinsa, la cantidad de viviendas vendidas en la comuna se incrementó desde cerca de 75 unidades por trimestre en 2020 a más de 100 unidades trimestrales durante la pandemia, con un ‘fuerte incremento de venta de parcelas cercanas a Ensenada y Frutillar’, detalla Fabián García, director general de Tinsa.
Llanquihue, Pucón y Villarrica son otras ciudades atractivas para comprar, interés gatillado por la calidad de vida que ofrecen y por sus precios, que son ‘iguales o menores que en Santiago, pero con espacios más amplios’, dice Loeser.
Hacia el norte, y siempre pensando en una primera vivienda, Rodrigo Abufon destaca a La Serena y Coquimbo, gracias a su desarrollo de infraestructura urbana que permite este tipo de migración. En tanto, Fabián García suma a Arica, ciudad que, a pesar de tener un mercado acotado, ganó una posición relevante luego de la inauguración de un centro comercial de gran magnitud, llevando al mejoramiento de infraestructura, y una importante inversión portuaria, factores que ‘llamaron la atención de los inmobiliarios, que tomaron posición fuerte en sectores cercanos a playa Las Machas’.
Cambios necesarios
Este contexto, para Enrique Loeser, evidencia que el crecimiento habitacional se traduce en la necesidad de adaptar y expandir los servicios asociados a las personas y su calidad de vida. Esto está ocurriendo en Puerto Varas, detalla, con la apertura de nuevas escuelas y colegios, así como también con la conformación de ‘una mesa técnica para el desarrollo de un anhelado centro hospitalario’.
Algo que no está ocurriendo en lugares como La Serena o el litoral central, que, pese a los altos flujos de nuevos habitantes fijos y a un desarrollo de servicios ‘especialmente asociados al comercio básico’, aún estarían lejos de experimentar grandes cambios, dice Serey.
Para Abufon, esto se explica porque estos sectores ya contaban con una infraestructura establecida de servicios como bancos y colegios, por lo que cree que seguirán desarrollándose, pero no de forma automática, sino que las mejoras se presentarán en el tiempo, junto al crecimiento poblacional.
Los expertos coinciden en que un gran reflejo de este fenómeno se presenció en Puerto Varas, donde, según datos de Tinsa, la cantidad de viviendas vendidas en la comuna se incrementó desde cerca de 75 unidades por trimestre en 2020 a más de 100 unidades trimestrales durante la pandemia, con un ‘fuerte incremento de venta de parcelas cercanas a Ensenada y Frutillar’, detalla Fabián García, director general de Tinsa.
Llanquihue, Pucón y Villarrica son otras ciudades atractivas para comprar, interés gatillado por la calidad de vida que ofrecen y por sus precios, que son ‘iguales o menores que en Santiago, pero con espacios más amplios’, dice Loeser.
Hacia el norte, y siempre pensando en una primera vivienda, Rodrigo Abufon destaca a La Serena y Coquimbo, gracias a su desarrollo de infraestructura urbana que permite este tipo de migración. En tanto, Fabián García suma a Arica, ciudad que, a pesar de tener un mercado acotado, ganó una posición relevante luego de la inauguración de un centro comercial de gran magnitud, llevando al mejoramiento de infraestructura, y una importante inversión portuaria, factores que ‘llamaron la atención de los inmobiliarios, que tomaron posición fuerte en sectores cercanos a playa Las Machas’.
Cambios necesarios
Este contexto, para Enrique Loeser, evidencia que el crecimiento habitacional se traduce en la necesidad de adaptar y expandir los servicios asociados a las personas y su calidad de vida. Esto está ocurriendo en Puerto Varas, detalla, con la apertura de nuevas escuelas y colegios, así como también con la conformación de ‘una mesa técnica para el desarrollo de un anhelado centro hospitalario’.
Algo que no está ocurriendo en lugares como La Serena o el litoral central, que, pese a los altos flujos de nuevos habitantes fijos y a un desarrollo de servicios ‘especialmente asociados al comercio básico’, aún estarían lejos de experimentar grandes cambios, dice Serey.
Para Abufon, esto se explica porque estos sectores ya contaban con una infraestructura establecida de servicios como bancos y colegios, por lo que cree que seguirán desarrollándose, pero no de forma automática, sino que las mejoras se presentarán en el tiempo, junto al crecimiento poblacional.